Aunque esto depende de las circunstancias personales de cada paciente, una complicación seria puede llegar a necesitar a una transfusión de sangre, una estadía más prolongada en el hospital, la instalación temporal o permanente de un marcapasos, diálisis, o repetición de la cirugía. En algunos casos puede ser necesaria una cirugía inmediata para salvar la vida del paciente. Otras complicaciones serias que no se presentan con frecuencia pueden llegar a la a incapacidad permanente o muerte. Sin embargo, alrededor de 4 de cada 100 procedimientos electivos o planeados de este tipo están asociados con la muerte del paciente. En cirugía de urgencia, el riesgo de muerte puede ser más alto y oscila entre 10 y 20 de cada 100 procedimientos.
Puede que su médico haya tenido pocos pacientes con este tipo de complicaciones, pero es importante que usted las conozca y entienda para que esté totalmente informado antes del procedimiento.
También debe tener en cuenta que el reemplazo de la válvula puede tener complicaciones a largo plazo. Usted corre más riesgo de tener infecciones, hemorragia o apoplejía, o de que la válvula falle.